La startup china DeepSeek ha entrado con fuerza en la industria de la inteligencia artificial, presentando modelos que compiten con los gigantes del sector, pero a un costo mucho menor. Su última creación, DeepSeek-V3, no solo es más rápida, sino que también logra resultados impresionantes sin necesidad de hardware de última generación.
Empresas europeas, como la alemana Novo AI, ya están apostando por esta tecnología por su precio accesible y fácil integración. Esto podría presionar a compañías estadounidenses como OpenAI a bajar sus precios y mejorar sus modelos para mantenerse en la competencia.
Pero no todo es color de rosa. La adopción acelerada de DeepSeek ha despertado dudas sobre la seguridad de los datos y la posible influencia del gobierno chino. Tanto así que en Texas ya prohibieron su uso en dispositivos gubernamentales.
A pesar de esto, en Silicon Valley han reconocido la potencia de DeepSeek, sobre todo por su capacidad de funcionar en equipos más modestos sin perder calidad.
Con este panorama, las grandes empresas de IA en EE.UU. tendrán que replantearse sus estrategias si no quieren quedarse atrás en esta carrera tecnológica cada vez más reñida.